¿Qué me han contestado los jóvenes entre 18 y 22?
Unos contestan en plan jocoso: "Qué aburrido, cuando toquen una del Bad Bunny que me llamen". Me voy a ver quién es Bad Bunny y me quedó estupefacta con cómo trata a las mujeres en sus canciones. "No me interesan esos temas, dile que hablen del sexo" Coincido con la muchacha en que es un buen tema para gente de su edad.
Otros dicen que no son temas que a ellos les interesen. Proponen que los hagan atractivos, que sean actuales y que a ellos les gusten.
También coinciden en que no se enteran y que deberían hacer publicidad en las plataformas que frecuentan.
Parece que ese mundo cultural les fuera totalmente ajeno porque no tiene que ver con sus intereses ni su realidad. Muchos lo asocian con el mundo académico y lo rechazan de plano. Es normal y saludable que los jóvenes prefieran la diversión, pero, ¿cómo mostrarles que la cultura es divertida y emocionante?
Mientras tanto me entero de que existe ARTEFACTO, un proyecto de ocio seguro, saludable y artístico para adolescentes organizado por El Candil, en locales municipales y subvencionado por la concejalía y el Ayuntamiento. Y también LA INCUBADORA, que se define como "un espacio de creación de propuestas culturales y sociales que se generan de manera colaborativa". Además invitan a todo aquel que tenga una propuesta para llevarla a cabo. En las fotos de su facebook aparece gente joven y me asombra su agenda repleta de actividades. Se les ve un grupo lleno de vitalidad. No sé cómo se subvencionan, seguramente gastan poco y se administran bien. También utilizan locales municipales.
Aunque con ayuda municipal, las propuestas más interesantes que implican a los jóvenes parten de asociaciones y colectivos privados. Quizás sea ésta la manera más adecuada porque son capaces de llegar con más facilidad a esos grupos.
Pasemos a las opiniones de los adultos.
¿Ahora voy a salir de mi casa con lo bien que he caído en el sofá para ir a una conferencia de no sé quién, hablando de no sé qué cosa, que a mí qué me importa? ¿Ahora me voy a arreglar, me voy a poner los zapatos, con lo cansada que estoy de todo el día sin parar? Aquí me quedo que estoy viendo un documental de las mareas precioso. (Este párrafo me lo he inventado presuponiendo lo que muchos adultos habrían pensado).
Una amiga me ha contestado que a veces los actos culturales se contaminan políticamente a favor del partido que gobierna y en contra de otras opciones políticas. Esto los deslegitima. Los modos de ser y actuar de la política son diferentes a los propios de la cultura. Es labor fundamental de la cultura contrarrestar esas tendencias contaminantes de la política.
Otro me dice que el número de personas que asisten no es un baremo determinante. Si así fuera desaparecerían muchísimas parcelas culturales y solo quedarían los grandes eventos. Esto conllevaría un empobrecimiento radical. No porque vaya poca gente deben dejar de hacerse.
Varios coinciden en que habría que estudiar los intereses de la mayoría de gente del pueblo y ofrecer lo que más interese, pero igualmente sin descuidar a las minorías.
Otra respuesta es que los eventos deberían tener un nivel más entendible para todos.
También que debería haber una agenda cultural continuada para que pudiéramos crear y mantener unos hábitos culturales.
Otros siguen quejándose de que no se enteran porque no se publicitan convenientemente.
Hay quien me ha afeado el tono. Me dicen que lo que debería hacer es invitar y decir lo bien que se lo van a pasar y cómo van a mejorar su calidad de vida, y que reniegue menos.
En fin, este artículo solo es una muestra, una llamada de atención para que cada uno recapacite y aporte su opinión porque todas son valiosas para mejorar la sociedad de nuestro pueblo. Os invito a hacerlo. ¡Gente, hablad!
De todas formas han quedado temas sin desarrollar que han surgido de estas reflexiones tales como las enrevesadas relaciones de la política con la cultura, de la política con los centros de enseñanza, que la cultura es imprescindible para todos, de la correlación entre cultura y solidaridad, para qué sirve la cultura, etc. Si os parece seguiremos tratándolos.
Dolores Lario